El ministro de trabajo, en una entrevista publicada en el periódico El Mundo pone sobre la mesa la posibilidad de congelar los sueldos a todos los funcionarios que cobren más de 30.000 euros al año. Como siempre, se utiliza a los trabajadores públicos para "moralizar" al resto y se hace pagar a un grupo concreto de asalariados una crisis de la que no son responsables en absoluto.
Lo más indignante del caso es el sistema que se propone: sólo a un grupo de funcionarios (los que más cobran) con lo que consiguen, de paso, continuar dividiendo en castas al colectivo funcionarial (la mayoría no cobra esas cantidades). Lo que no nos dice Corbacho es si entre estos funcionarios están los jueces, a los que se les ha prometido una suculenta subida tras las vergonzosas movilizaciones últimas.
La CGT ha estado siempre a favor del cierre de los abanicos salariales, pero eso no significa que un grupo importante de funcionarios deje de percibir una subida que, como a todos, les hará falta. Curiosamente, los mismos que ahora proponen esta congelación selectiva no dudaron en realizar subidas a estos mismos funcionarios superiores al resto: tal cosa sucedió, por ejemplo, con las sucesivas subidas de las pagas extraordinarias, subidas en las que se benefició claramente a los fucnionarios que más venían cobrando.
Por lo tanto, la CGT continuará reivindicando subidas salariales para todos, con el cierre justo de los abanicos.
En cuanto a lo de que sobran funcionarios, cantinela recurrente del presidente de la patronal, suponemos que no se referirán a los médicos necesarios para acabar con las penosas listas de espera, a los funcionarios del INEM para atender a los nuevos miles de parados, a las raquíticas plantillas de la Inspección de Trabajo o a los imprescindibles para atender a una población cada vez más envejecida y dependiente. Aunque claro, suponemos que a la patronal siempre le vendrá bien el incremento de las contratas y concesiones administrativas para convertir en negocio lo que ahora son prestaciones sociales y colectivas.
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