El Pleno del Senado aprobó, el pasado día 21 de marzo, el Proyecto de Ley del Estatuto Básico del Empleado Público. Ahora, el proyecto vuelve al Congreso para su aprobación definitiva.
Lamentablemente para los empleados públicos, el proyecto, apoyado por UGT, CCOO y CSIF, no ha sufrido mejorías importantes en su tramitación parlamentaria, salvo la modificación de la disposición adicional segunda 5.2, en la que se limita la posibilidad de libre designación entre funcionarios con habilitación de carácter nacional (secretarios , interventores y tesoreros de administración local), aunque aún quean en esa situación los municipios grandes, las capitales de provincia, diputaciones y cabildos.
En cuanto al resto de funcionariado, incluido el personal de la Xunta de Galicia, sigue adelante la intención de vincular la permanencia en el puesto de trabajo a la "evaluación del desempeño", sistema que deja las manos libres a los políticos para remover a los funcionarios poco dóciles.
También se continúa primando las retribuciones complementarias sobre las básicas y no se recoge, ni de lejos (no vaya a ser que nos convirtamos en trabajadores normales) la cláusula de revisión salarial automática tan demandada.
En fin, mal día para los funcionarios públicos, pero seguiremos en la brecha a pesar de todo.
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